トッポジージョ

Topo Gigio se había cansado.

Estaba harto de ser explotado, de Xuxa y de su puta madre.

No había tenido infancia. Parido para hacer disfrutar a los demás, como payaso de circo, transitaba ahora por esa parte de la vida triste, solitaria y vacía que también padecen los bufones de turno; pero ahora se sentía más como la sonrisa diabólica de los clowns de John Wayne Gacy Jr.

Años perdidos, años invertidos en diálogos con su álter ego se acabaron. Decidió poner punto y final, como al yonki que le vence el mono, solo que un poco más positivo.

No sabía cómo empezar: curioso, toda la vida queriéndolo y, cuando le llega el momento, no tiene ni i-de-a. Imaginar es tan fácil y vivirlo tan difícil...

Bueno, la esperanza es lo último que se pierde y había merecido la pena obstinarse en ello.

Quizá se compraría una roulot, la decoraría con muebles de Ikea; pensaba en veranear en Benidorm o alquilarse una casita en "Polaris World, Turismo residencial" (el pobre no había tenido la oportunidad de conocer algo mejor...).

Tenía claro que le gustaba el cine de acción y las comedias de amor. Puede que no fuera muy cinéfilo ni tuviera un gusto muy selecto, pero eso cambiaba con respecto a la comida.

Menudo sibarita estaba hecho: mientras sus colegas de profesión se cebaban a hamburguesas, él prefería dedicar su tiempo libre a la cocina y al perfeccionamiento de la Nouvelle cuisine.

Seguía todos los días por la tele el programa de cocina matutino. Su momento favorito era cuando llegaban los postres...Contemplaba esos colores, esas texturas, hasta incluso le parecía que los olores traspasaban la pantalla. ¡Era tan delicioso! De los pocos momentos que disfrutaba.

En lo que respecta al amor, nunca había contemplado la posibilidad de encontrar algo o a alguien (debido a su circunstancia: ¿¿ratón, pero habla, persona, ser enano, marioneta??), por lo que prefería gozar sus momentos de masturbación mientras escuchaba a David Bowie.

Curioso personaje...

La política no le interesaba demasiado, la filosofía, tampoco...únicamente quería disfrutar de un paseo, de la soledad, de la tranquilidad, de ser dueño de sí mismo...¡¡de ir a la playa!! Por fin cogería color...mmm. Y aprendería a nadar, y dibujaría, y viviría...

Eso sí, nunca dejó de gustarle Brigitte Bardot, como tonto que era..

Dedicado a Topo, pseudónimo de Eva...

Godot no vendrá hoy, pero mañana seguro que sí...