martes, 11 de mayo de 2010

¡Quiero ser valiente!

"Nos equivocamos.
No es la distancia lo que nos separa, sino los sentimientos".
Esas fueron las primeras palabras. Después, eso sí, del acontecimiento catastrófico.

¿Se lo dijo por necesidad, por exculparse, por egoismo...? Los sentimientos que nos mueven a hacer determinadas cosas no son siempre la causa determinante de la/s consecuencia/s; sino más bien lo es el contenido, el impulso primitivo origen del deseo de confesar algo.

(silencio atónito). " Ridículo, eres ridículo. Piensas que te creeré, no me tomes por tonta. ¿No vas en busca de impulsos, de sensaciones intocables? Pues quédate con tu pene y su ninfomanía, creo que lo prefieres". "¿Sabes lo más gracioso?: que ya me había marchado".


Valiente, quiero ser valiente y decirlo...no solo pensarlo.

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